
Cuando la Belleza es Algoritmo: La Primera Modelo de IA en Vogue
09/08/2025
La portada de agosto de Vogue Portugal marcó un antes y un después en la historia del modelaje. Por primera vez, una modelo creada con inteligencia artificial apareció en una campaña publicitaria dentro de la icónica revista. Su nombre: Seraphinne.
Su origen: una combinación de prompts, algoritmos generativos, edición y visión estratégica de dos jóvenes arquitectas reconvertidas en creadoras digitales.
¿Quién es Seraphinne?
Seraphinne no es una persona real. Fue desarrollada por la agencia Seraphinne Vallora, fundada por Valentina González y Andreea Petrescu, ambas de 25 años. La empresa diseña modelos 100% generados por inteligencia artificial para campañas de moda, combinando arte, tecnología y estrategia visual. El proceso puede tomar hasta un mes, y cada avatar es creado con atención al detalle: biografías ficticias, poses realistas, ropa de temporada y emociones simuladas.
La campaña que protagonizó para la marca Guess fue creada específicamente para un anuncio de doble página en Vogue Portugal, marcando un hito global: la entrada formal de las identidades digitales al mundo editorial de lujo.
¿Qué significa esto para la industria?
Este suceso abre una conversación que va mucho más allá del diseño o la fotografía. Se trata de una nueva dimensión de la representación:
Reducción de costos y tiempos de producción
Eliminación de variables logísticas (viajes, locaciones, casting)
Precisión estética en entornos virtuales
Control total sobre la identidad visual
Y al mismo tiempo, plantea preguntas relevantes para el presente y futuro de la comunicación visual:
¿Estamos listos para aceptar identidades totalmente sintéticas como parte de la cultura visual?
¿Qué lugar ocuparán las personas reales en un entorno donde la perfección puede programarse?
La estética en la era del algoritmo
Uno de los puntos más discutidos tras la aparición de Seraphinne fue la estética que representa: piel clara, rasgos simétricos, juventud y delgadez. Aunque sus creadoras afirman que buscan diversidad y realismo, también reconocen que las imágenes más “estéticamente estándar” son las que generan más interacciones en redes sociales.
Esto evidencia cómo los algoritmos de engagement moldean lo que vemos… y cómo lo vemos. No es solo una cuestión de gusto o creatividad, sino de retroalimentación algorítmica.
¿Autenticidad o simulacro?
El caso de Seraphinne pone sobre la mesa un dilema cultural cada vez más común: ¿importa si lo que vemos es real? ¿O basta con que se sienta real?
En el pasado, el retoque digital con Photoshop ya distorsionaba la percepción. Ahora, con la IA generativa, ya no es un rostro retocado: es una identidad diseñada desde cero. Sin historia. Sin cuerpo. Sin errores.
Reflexiones finales
La aparición de Seraphinne en Vogue no debe entenderse como una amenaza, sino como una señal clara: la inteligencia artificial está redefiniendo los lenguajes visuales, los procesos creativos y las reglas de representación.
¿Es una tendencia pasajera o el inicio de una nueva era?
Todo indica que estamos apenas viendo los primeros pasos de una industria donde las identidades digitales coexistirán —y competirán— con las humanas.
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