
Moda en la era de la IA: ¿Eficiencia o clonación?
20/06/2025
La moda siempre ha sido más que telas y tendencias.
Ha sido una forma de contar historias.
Historias de cuerpos reales. De culturas. De disidencias, de identidades.
Pero algo está cambiando. Y no precisamente en las pasarelas.
Hoy, algunas de las campañas más grandes del mundo ya no se fotografían… se generan.
Y los protagonistas ya no desfilan. Viven en servidores.
La IA no solo diseña ropa… ahora también diseña cuerpos
Marcas globales —grandes y emergentes— están adoptando modelos generados por inteligencia artificial.
Algunas, como H&M, han creado “gemelos digitales” de modelos reales.
Otras, simplemente generan rostros nuevos y cuerpos estilizados sin necesidad de casting.
¿La promesa de esta tendencia?
- Optimizar la producción visual.
- Reducir costos logísticos.
- Acelerar la generación de contenido.
- Llegar más rápido a audiencias globales.
Según McKinsey y Vogue Business, esta automatización visual podría reducir hasta un 30% de los puestos creativos en campañas de moda en los próximos 5 años.
Lo que parece innovación… también puede ser desplazamiento
Cada clon creado por IA puede significar:
- Fotógrafo menos contratado.
- Maquillador sin jornada.
- Estilista sin encargo.
- Creativo sin sesión.
La tecnología es útil, sí. Pero no es neutra. Tiene consecuencias.
Y si no lo reconocemos, la eficiencia podría volverse deshumanización.
Belleza sin contexto. Diversidad sin alma.
Aquí es donde el dilema se vuelve más profundo.
Muchos modelos generados por IA replican estereotipos de belleza:
- Rostros simétricos.
- Piel perfecta.
- Tallas imposibles.
Estéticas eurocentristas y hegemónicas que ya fueron cuestionadas durante décadas.
¿Estamos volviendo a idealizar cuerpos imposibles?
¿Está la IA borrando lo que tanto costó visibilizar: la diversidad de cuerpos, colores, culturas y estilos?
¿Hacia dónde va la moda?
Hay quienes ven en la IA una oportunidad para democratizar la producción visual.
Para que marcas pequeñas accedan a recursos antes inalcanzables.
Pero también hay quienes advierten:
Una moda sin piel, sin errores, sin historia… no es moda.
Es producto.
Es simulación.
Ruido sin relato.
Conclusión: ¿Perfección visual… o autenticidad humana?
La inteligencia artificial llegó para quedarse.
Pero en la moda —como en la vida— la perfección no siempre cuenta la mejor historia.
La creatividad es humana.
La moda también debería seguir siéndolo.
¿Y tú qué piensas?
- ¿Estamos celebrando eficiencia o clonando estereotipos?
- ¿Cómo protegemos la diversidad estética y cultural en esta nueva era digital?
- ¿Qué rol deben jugar los creativos humanos en la industria de la moda impulsada por IA?
Déjamelo en los comentarios.
Porque si cada prenda cuenta una historia… ningún algoritmo debería callarla.