Beto Renteria

Un día escuché a mi jefe decir: solo ponlo en ChatGPT

20/06/2025

La ola silenciosa de despidos por IA que ya empezó.

La Inteligencia Artificial no está por llegar. Ya llegó.

Y con ella, una nueva realidad para miles de trabajadores que están siendo desplazados sin previo aviso, sin explicaciones… y, muchas veces, sin alternativa.

Ya no se trata de automatizar tareas simples.

Ahora hablamos de reemplazar personas creativas, con talento, trayectoria y voz propia.

Lo que parecía una herramienta de apoyo, se está convirtiendo —en algunos sectores— en el reemplazo directo.

La IA ya no asiste. Sustituye.

El artículo de The Guardian recoge cinco historias reales, de cinco personas que vieron su vida laboral transformada —o truncada— por la IA:

  • Mateusz Demski, periodista cultural en Polonia, fue despedido y reemplazado por un avatar de IA.
  • Su emisora incluso emitió una entrevista falsa con una poetisa fallecida, generando controversia por usar su imagen sin consentimiento.
  • Lina Meilina, ilustradora en Indonesia, vio desaparecer sus encargos cuando los clientes comenzaron a usar IA para clonar su estilo.
  • Annabel Beales, redactora británica, perdió su empleo tras la llegada de ChatGPT… pese a que le aseguraron que su puesto estaba a salvo.
  • Richie Tavake, actor de voz en EE. UU., descubrió que su voz fue replicada por una IA sin su autorización.
  • Jadun Sykes, diseñador gráfico en el Reino Unido, fue despedido cuando su agencia decidió que una IA podía hacer su trabajo más rápido.

Cinco voces. Cinco vidas. Un patrón que se repite.

De la promesa a la realidad: la disrupción ya inició

Lo que hace un año era una predicción, hoy es tendencia.

La IA ya está redactando textos, diseñando imágenes, dando voz a personajes y sustituyendo funciones humanas… sin pausa.

Y lo más preocupante:

Muchas veces ocurre sin diálogo, sin transición, sin capacitación previa.

Solo un “ya no te necesitamos”.

No es solo tecnología. Es una crisis ética.

Estas historias revelan preguntas urgentes:

  • ¿Dónde están los límites del reemplazo?
  • ¿Qué derechos tienen los trabajadores frente al uso de su voz, imagen o estilo por parte de una IA?
  • ¿Quién regula que estas decisiones no estén impulsadas únicamente por el costo?

Porque no es solo una cuestión de eficiencia.

Es una cuestión de dignidad humana, de protección laboral y de justicia social.

El futuro no se detiene… pero debe tener reglas

La IA llegó para quedarse.

Pero eso no significa que debamos aceptar su integración sin ética, sin debate y sin responsabilidad.

Las empresas tienen una oportunidad única:

Usar la IA para potenciar a sus equipos, no para descartarlos.

Y los gobiernos, una urgencia:

Crear marcos legales que protejan a los trabajadores y regulen el uso comercial de la creatividad humana.

Conclusión

La pregunta ya no es si la IA reemplazará trabajos.

Es cómo lo hará… y a qué costo humano.

Porque si no abordamos esta ola con visión, podríamos despertar en un mundo donde la tecnología avanzó… pero nosotros retrocedimos en derechos.

¿Tú qué opinas? ¿Dónde debería estar el límite?

Déjamelo en los comentarios.

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